3 consejos infalibles para mimar tu piel incluso a 30º

A lo largo del año todos tenemos la suerte de poder disfrutar de algunos meses de calor y buen tiempo. Las temperaturas empiezan a subir ligera y discretamente durante la primavera, hasta que de golpe nos encontramos en mitad del verano y no nos hemos preparado para las inevitables olas de calor.

Llegan nuestras tan esperadas vacaciones, recuperamos nuestra libertad y estamos deseosos de pasar los días al aire libre, ya sea en la playa o en la piscina o paseando por el pueblo o la ciudad, cualquier lugar es ideal cuando estás de vacaciones.

Nos preparamos con ilusión las maletas, organizamos cada detalle de nuestras escapadas y viajes, incluso intentamos hacer dietas insostenibles, pero dejamos de lado lo que más cuidado y cariño necesita en esta temporada: nuestra piel.

La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, y aunque no lo parezca puede llegar a ser igual de importante que un pulmón o tu corazón.

Los excesos del verano y la larga exposición a luz solar (en especial los rayos UVA y UVB) pueden pasarle factura a nuestra piel en forma de manchas, deshidratación, arrugas y falta de luminosidad.

Además, cuando suben las temperaturas y la humedad, las glándulas sebáceas de nuestra piel están más activas, por lo que incluso el sudor puede irritar nuestra piel y hacerla más sensible de cara a los rayos UVA y UVB y facilitar que aparezcan todavía más imperfecciones en nuestra cara y el resto del cuerpo.

Aprende a preparar tu piel para el verano

De la misma forma que en invierno tendemos a cuidar más y mejor nuestras manos porque el frío nos agrieta la piel, ¿qué cuidados especiales le dedicas a tu piel para combatir el calor?

Hoy te presentamos las 3 claves para proteger tu piel de los rayos ultravioleta y de todos los excesos del verano:

  • Protección solar – De nada sirve que tengas una rutina de cuidado facial diurna y/o nocturna si al salir a la calle o sobre todo pasar el día en la playa no proteges tu piel con un factor solar de alta protección. Si eres incapaz de salir de casa sin tus gafas de sol, ya va siendo hora que empieces a cuidar tu piel como cuidas tus ojos y la protejas del sol siempre que puedas.

¿Nuestro consejo? Lleva siempre un protector solar tamaño viaje a mano. La exposición al sol es la principal causa del envejecimiento de nuestra piel (causante del 80% de las arrugas y manchas), por lo que aplicarnos un protector solar a diario es sin duda el mejor tratamiento anti-edad y el más asequible.

Si como muchas y muchos de nosotros has evitado el protector hasta que los efectos secundarios han sido irremediables, puedes informarte de cómo un tratamiento de medicina regenerativa podría ayudarte a detener y/o disimular el envejecimiento cutáneo, u optar por un peeling químico si estás en búsqueda de resultados inmediatos con intervenciones indoloras que no requieran anestesia.

Para mantener una piel hidratada y radiante, y promover la regeneración de la piel y eliminar cualquier impureza, es imprescindible exfoliarla una vez a la semana (la cara y el cuerpo). La exfoliación no sólo suaviza la textura de la piel, sino que activa la circulación y además nos ayuda a que el resto de ingredientes activos de nuestra rutina se absorban y penetren mejor en nuestra epidermis. 

  • Hidratación – El calor nos deshidrata ya que el agua que retenemos en las capas internas de la piel se va evaporando, y a la deshidratación se le juntan la falta de elasticidad y la descamación. Lo bueno es que con un buen cuidado puedes mantener tu piel hidratada incluso en el desierto, veamos cómo conseguirlo.
    • Hidrátate por dentro: lo más importante es beber suficiente agua
    • Cuida tu piel con ingredientes hidratantes infalibles (aceites vegetales, glicerina, ácido hialurónico, etc.), ingredientes antioxidantes (té verde, niacinamida, Vitamina C y E, etc.) y calmantes (caléndula, manzanilla, etc.).
    • Complementa tu rutina con un tratamiento estético de hidratación, ya sea un hydrafacial o un tratamiento de hidratación profunda con ácido hialurónico, para extraer impurezas y realizar una limpieza profunda de tu miel mientras la hidratas y nutres simultáneamente.

Hay otro factor imprescindible que no hemos incluido en nuestra lista de consejos clave y es la nutrición. Y es que hay que ser sinceros: por más que te hidrates, te exfolies, y protejas tu piel del sol, si no sigues una dieta equilibrada incorporando en tu dieta las cantidades necesarias de proteína, legumbres, frutas y verduras, esto también se verá reflejado en tu piel. 

Así que prepárate bien para sobrevivir a lo que queda de agosto y al resto de días calurosos del año sin poner en juego tu piel y la luminosidad que la caracteriza. Empieza a priorizar el cuidado de la piel y devuélvele la atención que se merece al órgano más grande de tu cuerpo y sin duda el más protector de todos.

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