A lo largo del año todos tenemos la suerte de poder disfrutar de algunos meses de calor y buen tiempo. Las temperaturas empiezan a subir ligera y discretamente durante la primavera, hasta que de golpe nos encontramos en mitad del verano y no nos hemos preparado para las inevitables olas de calor.
Llegan nuestras tan esperadas vacaciones, recuperamos nuestra libertad y estamos deseosos de pasar los días al aire libre, ya sea en la playa o en la piscina o paseando por el pueblo o la ciudad, cualquier lugar es ideal cuando estás de vacaciones.
Nos preparamos con ilusión las maletas, organizamos cada detalle de nuestras escapadas y viajes, incluso intentamos hacer dietas insostenibles, pero dejamos de lado lo que más cuidado y cariño necesita en esta temporada: nuestra piel.
La piel es el órgano más grande de nuestro cuerpo, y aunque no lo parezca puede llegar a ser igual de importante que un pulmón o tu corazón.
Los excesos del verano y la larga exposición a luz solar (en especial los rayos UVA y UVB) pueden pasarle factura a nuestra piel en forma de manchas, deshidratación, arrugas y falta de luminosidad.
Además, cuando suben las temperaturas y la humedad, las glándulas sebáceas de nuestra piel están más activas, por lo que incluso el sudor puede irritar nuestra piel y hacerla más sensible de cara a los rayos UVA y UVB y facilitar que aparezcan todavía más imperfecciones en nuestra cara y el resto del cuerpo.
De la misma forma que en invierno tendemos a cuidar más y mejor nuestras manos porque el frío nos agrieta la piel, ¿qué cuidados especiales le dedicas a tu piel para combatir el calor?
Hoy te presentamos las 3 claves para proteger tu piel de los rayos ultravioleta y de todos los excesos del verano:
¿Nuestro consejo? Lleva siempre un protector solar tamaño viaje a mano. La exposición al sol es la principal causa del envejecimiento de nuestra piel (causante del 80% de las arrugas y manchas), por lo que aplicarnos un protector solar a diario es sin duda el mejor tratamiento anti-edad y el más asequible.
Si como muchas y muchos de nosotros has evitado el protector hasta que los efectos secundarios han sido irremediables, puedes informarte de cómo un tratamiento de medicina regenerativa podría ayudarte a detener y/o disimular el envejecimiento cutáneo, u optar por un peeling químico si estás en búsqueda de resultados inmediatos con intervenciones indoloras que no requieran anestesia.
Para mantener una piel hidratada y radiante, y promover la regeneración de la piel y eliminar cualquier impureza, es imprescindible exfoliarla una vez a la semana (la cara y el cuerpo). La exfoliación no sólo suaviza la textura de la piel, sino que activa la circulación y además nos ayuda a que el resto de ingredientes activos de nuestra rutina se absorban y penetren mejor en nuestra epidermis.
Hay otro factor imprescindible que no hemos incluido en nuestra lista de consejos clave y es la nutrición. Y es que hay que ser sinceros: por más que te hidrates, te exfolies, y protejas tu piel del sol, si no sigues una dieta equilibrada incorporando en tu dieta las cantidades necesarias de proteína, legumbres, frutas y verduras, esto también se verá reflejado en tu piel.
Así que prepárate bien para sobrevivir a lo que queda de agosto y al resto de días calurosos del año sin poner en juego tu piel y la luminosidad que la caracteriza. Empieza a priorizar el cuidado de la piel y devuélvele la atención que se merece al órgano más grande de tu cuerpo y sin duda el más protector de todos.
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